En agosto de
2023, se celebró un hito trascendental con la victoria de la Selección femenina
de fútbol de España en la Copa Mundial Femenina de Fútbol de 2023, un logro que
representa el avance de las mujeres en un espacio históricamente dominado por
el género masculino. Sin embargo, durante la ceremonia de entrega de medallas,
un gesto que debiera ser de apoyo y afecto a una gesta de carácter histórico,
se convirtió en un ejemplo heteropatriarcal de la objetivación y la falta de
respeto a los límites personales. La acción de besar en los labios a la
centrocampista Jennifer Hermoso, mientras la sujetaba por la cabeza, por parte
del presidente de la Real Federación Española de Fútbol es un claro ejemplo de
cómo las mujeres a menudo se ven sometidas a la cosificación y a la invasión de
su espacio personal, incluso en momentos de celebración, por parte del heteropatriarcado.
Gesto que, la jugadora afectada, Jennifer Hermoso, señalo con desagrado y expresó
su descontento con el incidente. La decisión de delegar la gestión del
incidente a FUTPRO y a su agencia de representación subraya la necesidad de
contar con sistemas de apoyo que respalden a las mujeres en su lucha por la
justicia y la equidad.
Además, el
contexto de la tribuna de autoridades revela otra manifestación de la cultura
sexista que persiste en el ámbito deportivo. El presidente de la RFEF rompió el
protocolo al festejar de manera inapropiada el triunfo de la selección,
mostrando una conducta irrespetuosa y denigrante al tocarse los genitales. Este
comportamiento resalta la urgente necesidad de educar sobre la importancia del
respeto y la igualdad de género en todos los niveles de la sociedad, incluyendo
a las figuras de autoridad y a los líderes deportivos. La presencia de la reina
Letizia y la infanta Sofía en la tribuna también pone de manifiesto la
importancia de que las figuras femeninas en posiciones de poder se conviertan
en aliadas en la lucha por eliminar las conductas sexistas y patriarcales en
todos los aspectos de la vida pública.
Estos incidentes
enmarcan la victoria deportiva en un contexto más amplio de desafío a las
normas de género y de lucha por la igualdad. Son recordatorios de que el camino
hacia la equidad de género en el deporte y en la sociedad en general es un
proceso constante que requiere la participación activa de todos y todas para
crear un ambiente en el que las mujeres sean respetadas, valoradas y libres de
la cosificación y la discriminación.
Las actitudes de
Luis Rubiales, presidente de la RFEF, desencadenaron una oleada de críticas que
reflejan la creciente conciencia sobre la necesidad de un cambio profundo en la
cultura deportiva, la erradicación del heteropatriarcado y el señalamiento
directo y condena a las practicas propias de la masculinidad tradicional
hegemónica. Las peticiones de dimisión por parte de altos cargos del Gobierno,
líderes de la oposición y el movimiento feminista señalan la frustración
generalizada ante la persistencia de conductas sexistas y discriminatorias en
el ámbito deportivo. Estas demandas de renuncia subrayan la responsabilidad de
quienes ostentan posiciones de poder en crear un ambiente inclusivo y
respetuoso, y dan voz a la necesidad de poner fin a la impunidad ante acciones
que perpetúan desigualdades de género a través del patriarcado.
El comunicado
oficial emitido por la AFE revela la firmeza de las voces que exigen rendición
de cuentas. La amenaza de aplicar la Ley del Deporte a Rubiales expone una
postura que busca erradicar la tolerancia a comportamientos inapropiados y
nocivos. Este llamado a la acción es un reflejo del empoderamiento de las
organizaciones feministas y grupos comprometidos con la igualdad de género en
el ámbito deportivo, al exigir que las figuras de autoridad rindan cuentas por
sus acciones y contribuyan a un cambio de paradigma.
La intervención
de la FIFA al abrir un expediente disciplinario evidencia la necesidad de un
enfoque global para abordar estas cuestiones. Esta medida reconoce que las
actitudes sexistas no pueden quedar impunes a nivel internacional y pone en
relieve la importancia de una cultura deportiva más equitativa y respetuosa en
todo el mundo.
La suspensión
provisional de Rubiales por parte de la Comisión Disciplinaria de la FIFA es un
paso en la dirección correcta. Esta acción envía un mensaje claro de que las
conductas irrespetuosas y discriminatorias no serán toleradas, incluso a nivel
de liderazgo. La prohibición de contactar a Jennifer Hermoso refuerza la
necesidad de establecer límites y proteger a las personas afectadas por
acciones inapropiadas. En conjunto, estas reacciones demuestran la vitalidad
del movimiento feminista en el ámbito deportivo y la determinación por
transformar una cultura arraigada en desigualdades. A medida que las voces se
unen para denunciar y abordar estos problemas, se crea un camino hacia un
entorno deportivo más inclusivo y respetuoso para todas las personas,
independientemente de su género.
Israel López Marín
Septiembre de 2023
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