En el año 2010,
Julio Anguita afirmaba en televisión que "el Gobierno español es
responsable ante las Naciones Unidas de todo lo que está ocurriendo allí,
porque es la potencia que colonizó y tiene la responsabilidad de asumir el
problema".
Desde el año
1956, y tras un complejo proceso de descolonización, el Gobierno de Marruecos viene
reclamando el Sáhara Occidental como un territorio propio. Una reivindicación que,
sin duda, ha venido marcando durante este último medio siglo, la agenda entre
España y Marruecos. Una relación basada en la disputa histórica por la determinación
del Sáhara Occidental.
La Asamblea de
las Naciones Unidas estableció en el año 1960, en un proceso de descolonización,
que "todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud
de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen
libremente su desarrollo económico, social y cultural". Esta resolución
insta a la independencia de las antiguas colonias. El derecho a la libre
determinación del pueblo saharaui se reconoce desde 1960, sin embargo, el plan
de Marruecos para su soberanía en el territorio que, en este momento es apoyado
por el Gobierno de España, contradice de manera totalmente frontal el derecho
internacional.
Más tarde, en el
año 1966, los miembros de la ONU, entre ellos España, mostraban un claro
compromiso a promover "el ejercicio del derecho de libre determinación, y
respetarán este derecho de conformidad con las disposiciones de la Carta de las
Naciones Unidas". El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en
el que se firmaba respetar el derecho de libre autodeterminación de los
pueblos, fue ratificado por el Gobierno español en el año 1977.
Sin embargo, y
sin ningún tipo de vergüenza, en el año 2022, España ha tomado la decisión de
la autonomía del Sáhara. Una decisión marcada en el peor momento. La soberanía
del Sáhara Occidental es un problema que lleva 47 años en un callejón sin
salida. Desde que Marruecos impulsara la Marcha Verde en 1975 y ocupara lo que
entonces era una colonia española, el Consejo de Seguridad de la ONU ha
publicado 74 resoluciones para solucionar el conflicto. Sin embargo, y lejos de
solucionarse el conflicto, el Gobierno de España ha cambiado su postura
respecto al Sáhara Occidental y ha comunicado al Reino de Marruecos un
acercamiento a su propuesta, que pasa por que la excolonia española sea un
territorio con autonomía, pero bajo soberanía marroquí.
España ha tomado
partido por Marruecos en el conflicto del Sáhara. Una noticia que rompe con el
consenso en la política exterior española de los últimos 46 años. Una decisión
que no se basa en el respeto al derecho internacional. Con esta declaración,
España abandona la neutralidad con Naciones Unidas. En palabras de Julio
Anguita, "La bandera española se arrió miserablemente y entregamos al
Sáhara. Lo dimos. Claudicamos".
Israel López Marín
Marzo de 2022
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