La reciente
decisión de Pedro Sánchez de proporcionar "ayuda" militar a Ucrania
en su conflicto con Rusia ha encendido las alarmas, dejando en claro que son
las clases populares quienes soportan el peso más pesado en los conflictos
armados. Esta medida, presentada bajo el disfraz de la solidaridad, no es más
que un reflejo de la brutal realidad: las élites oligárquicas, impulsadas por
sus intereses económicos imperialistas, continúan enriqueciéndose a costa de la
vida y el sufrimiento de las personas comunes.
Es esencial
comprender que son las clases populares quienes pagan el precio más alto en
cualquier conflicto armado. Son ellas las que sufren las devastadoras
consecuencias, mientras que aquellos en el poder, protegidos por su riqueza y
privilegio, permanecen relativamente indemnes. Detrás de cada proyectil lanzado
y cada explosión, hay vidas destrozadas y comunidades enteras desplazadas, pero
para la élite oligárquica, esto es simplemente un costo aceptable en su
búsqueda de poder y ganancias.
Es fundamental
reconocer que la guerra es un negocio lucrativo para aquellos que se benefician
de la fabricación y venta de armas. Mientras tanto, las clases populares son
relegadas al papel de víctimas y sacrificadas en el altar de la ambición y la
codicia de unos pocos. Este ciclo de violencia perpetuada por la élite
oligárquica es una manifestación cruda del imperialismo económico que prioriza
los intereses de unos pocos sobre el bienestar de la humanidad en su conjunto.
En lugar de
alimentar esta maquinaria de destrucción, debemos buscar alternativas que
prioricen la paz y el bienestar de las personas. La diplomacia y el diálogo
deben ser nuestras herramientas primordiales para resolver conflictos, en lugar
de la violencia y la guerra. Es hora de desafiar el status quo impuesto por la élite oligárquica y trabajar hacia un
mundo donde todas las personas, especialmente las clases populares, puedan
vivir libres del temor y la opresión impuesta por el imperialismo económico.
Por tanto, la
escalada bélica impulsada por la élite oligárquica solo sirve para exacerbar el
sufrimiento de las clases populares, mientras ellos continúan acumulando
riqueza y poder a expensas de las vidas humanas. Es hora de detener esta
maquinaria de destrucción y trabajar juntos hacia un futuro donde la paz y la
justicia sean accesibles para todos, no solo para unos pocos privilegiados.
Israel López Marín
Abril de 2024
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