sábado, 27 de mayo de 2023

Desarrollo Comunitario, Servicios Sociales y Control Social

 

En 1956, la Organización de las Naciones Unidas adopta el concepto de “desarrollo comunitario”, como “el conjunto de procedimientos por los cuales los habitantes de un país unen sus esfuerzos a los de los poderes públicos con el fin de mejorar la situación económica, social y cultural de las colectividades, de asociar estas colectividades a la vida de la nación y permitirles contribuir sin reserva al progreso del país”.

El Desarrollo Comunitario hace referencia a los procesos de transformación social que promueven el mejoramiento social y económico de las personas que habitan un determinado territorio a través del empoderamiento de las mismas.  La comunidad es la propia protagonista del proceso participando activamente en su transformación.

Es necesario considerar que todo proceso de desarrollo comunitario tiene sus propias peculiaridades para que se dé en un determinado territorio.  Las comunidades deben ser conscientes del derecho a participar en las decisiones que afecten sus condiciones de vida. La participación es un elemento clave, requiere una intervención de la comunidad en todos los ámbitos para lograr la mejora del territorio y se debe construir desde la igualdad, sin importar el sexo, la edad o el origen. 

En un momento donde parece fragmentarse la convivencia a través de la atomización de las comunidades para que estas pasen a ser meros territorios de coexistencia, es el momento de volver a poner la atención en la comunidad, en el territorio. El Desarrollo Comunitario es una acción coordinada y sistemática que, en respuesta a las necesidades o a la demanda social, trata de organizar el progreso global de una comunidad territorial bien delimitara o de una población-objetivo, con la participación de los interesados.

Ante la fragmentación de la sociedad a través de una “cultura de la inmediatez” basada en la rapidez y en la satisfacción instantánea en la cual buscamos el deseo constante de la gratificación momentánea, es necesario volver al establecimiento de las relaciones interpersonales como construcción de una red social basada en la promoción de la autoestima y el compromiso de la comunidad y sus miembros con el fin de volver consciente a la comunidad de su potencial, estimulándola a opinar, hacerse oír y transformar.

Las políticas neoliberales que se han venido desarrollando en las últimas décadas han supuesto una verdadera erosión del Estado del Bienestar. Un claro desgaste de los servicios públicos, tales como sanidad, educación, justicia o servicios sociales. Estrategias que suponen la precarización de la población y la carestía de la vida.

Ante esta realidad, debemos defender un sistema público de Servicios Sociales de calidad. Necesitamos invertir en más recursos y dotaciones y con profesionales más diversos capaces de representar realmente a la diversidad de las comunidades en las que intervienen. Debemos reivindicar la subida del presupuesto de los servicios sociales y detener la privatización a la que nos aboca las salvajes políticas neoliberales. Es necesaria dar una respuesta a un modelo de intervención que está dejando gente atrás, una clara evidencia de una sociedad poco decente. Una sociedad decente no debería dejar a nadie atrás.

Para ello, es importante luchar contra la "violencia burocrática" que en ocasiones generan las propias administraciones, y es urgente incluir perspectiva de género en los servicios sociales. Es necesario invertir en plantillas estables de profesionales de los servicios sociales y la correspondiente financiación

Servicios sociales sin un proceso de desarrollo comunitario es un mero mecanismo de control social, por ello es necesario apostar por claros procesos participativos con un fin emancipador con, para y desde la propia comunidad.

 

Israel López Marín

Mayo de 2023

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